Juan-Fernando Duque-Osorio. Msc. 

Divagaciones de finales del año 2017 alrededor mi música, mis libros y la solución definitiva de mis problemas de sueño: Ahora soy un bipolar prácticamente asintomático

En este artículo improvisado empiezo hablando de cómo después de ser un adolescente y joven salsero, ahora estoy explorando otros ritmos musicales como el country pop o la música sinfónica. Pero después de un tiempo de exploración de ritmos diferentes, vuelvo a la salsa que es mi música reina. Relaciono esta exploración y afición musical con el hecho de cómo mi bipolaridad sigue madurando, tanto que ahora me considero un paciente prácticamente asintomático. El último avance fue el descubrimiento de un fármaco que no produce dependencia ni interacción con otros y está súper indicado para cualquier persona con problemas de sueño. ¿Qué fármaco será? Conectado con el tema de la bipolaridad le hago un poco de promoción al libro que publiqué este año que se llama “Las anécdotas de un cuarentón bipolar en Cali-Colombia”. Y hablo de otros proyectos de libros como lo son el de psicología evolucionista, otro de religión que publicaré con mi hermana en años venideros y en el cual nos inventaremos un sistema de creencias compatible con el ateísmo. El otro proyecto que me tiene ilusionado es hacer un libro de filosofía griega helenística donde se repasará las corrientes de esa época como lo son el cinismo, el estoicismo y el hedonismo epicúreo. Como lo he hecho antes abogo por diferenciar entre el verdadero hedonismo (búsqueda del placer por medio del orden y la disciplina) y el tropicalismo (miopía mental) que tanto sale a relucir en estas festividades de diciembre en nuestros países. Ya con el horario cuadrado con el súper fármaco que descubrí, puedo hacer propósitos para el nuevo año como hacer ejercicio todos los días y mirar a ver si logro escribir un libro por año. Feliz 2018 para todos y gracias por leerme.




En estos días he estado pensando en cómo se han ampliado mis horizontes musicales. Hasta hace unos pocos años solo oía salsa. Pero ahora con estos servicios de música tan buenos como spotify, deezer, Apple Music, etc es muy fácil dejarse llevar por otros ritmos. Me sorprende que ahora me gusta mucho el country pop, por ejemplo. Y también me está gustando mucho la música sinfónica ya sea clásica o bandas sonoras de películas. Además de la música country me está gustando el flamenco, rock y el vallenato, siempre y cuando vengan fusionamos con pop. Por lo poco que se el pop es rock suave y convierte al gusto internacional casi que a cualquier canción. Pero siempre después de un tiempito de exploración regreso a oír salsa que es mi música reina. Me afilié a Apple music y me bajé toda la discografía de Gilberto Santa Rosa y una gran parte de la del Gran Combo y Sonora  Ponceña, sin dejar de lado los clásicos de la Fania como lo mejor de Hector Lavoe, Willie Colón y Rubén Blades. Estos servicios de música son increíbles y las mensualidades son muy baratas. Parece que ya hay artistas que lanzan sus nuevas canciones o álbumes en dichos servicios de música sin recurrir a la radio. Definitivamente la Internet se apoderará de todos los medios de comunicación. Cosas como la radio o la televisión convencionales están llamados a desaparecer.

Lo siguiente ya lo había dicho antes pero, el querer explorar otros ritmos diferentes a la salsa, es una muestra más de que mi hemisferio cerebral derecho, que tiende a ser el artístico y emocional, ha salido del retardo al cual lo tenía sumido mi bipolaridad. Además mis habilidades sociales y mi prudencia han aumentado mucho. Mi mal genio y agresividad ya no están presentes y en general todos los síntomas de mi bipolaridad están desapareciendo. Ahora soy un bipolar prácticamente asintomático.

Incluso la dependencia afectiva de las mujeres ha desaparecido. Cuando estaba en mis 20s y mis 30s tenía que tener una compañera sexual a toda hora o si no me daba hasta PMS. Ahora llevo más de un año sin novia y estoy feliz. La matrimonitis también se me quitó. Ya me definí como un solterón pues casarme implica salirme de mi hotel mama para trabajar de sol a sol para mantener un hogar y yo no voy a hacer semejante estupidez. Para que yo me case tiene que llegar una mujer que me guste muchísimo a mantenerme mejor de lo que lo que lo hace mi mamá y como eso no va pasar, ya me quedé solterón. La pregunta es de qué me voy a mantener dentro de 20 o 30 años que me falte mi mamá. Hay varios planea redundantes pero el que está cogiendo más fuerza últimamente es el de irme a un ancianato-hotel como la casa dorada en aquí en Ibagué-Colombia. A los dueños de la casa dorada, llegado el momento, se les puede escriturar un apartamento y ahí lo tienen a uno muy bien atendido hasta el día en que uno muera. El arriendo del resto de propiedades me dará una pequeña mesada como la que tengo ahora, lo cual, junto con mi pensión me permitirá vivir austera pero cómodamente. Y estoy seguro que de aquí a 30 años han de poner más instituciones como la casa dorada pues está bajando de Bogotá mucha gente con billetico, a pasar sus últimos años en Ibagué. Entonces aunque falta mucho tiempo para que llegue el triste día en que mi mamá me falte, ya estoy definiendo mis cosas.

Algo que ya tengo definido hace como 10 años es la idea de no tener hijos. Esta idea empezó cuando en medio de una terminada un poco conflictiva, una exnovia que es bióloga molecular, me hizo ver que si yo le heredaba mi condición bipolar a un hijo mío, mi descendencia iba a salir cada vez más bipolar por un fenómeno genético que se llama anticipación. Después me puse a pensar en los gastos y esfuerzo que implica la reproducción y me parece un despropósito joderse uno la vida para ayudar a sobre-poblar el planeta de la plaga humana.

Entonces de mi bipolaridad solo quedaron las cosas buenas como el hecho de tener algo de habilidad para escribir. Lo último que me faltaba organizar era el sueño. Llevaba como 10 años tratándolo de cuadrar sobre todo por medio del ensayo de fármacos nuevos para mí. Eso estuvo mal pues aunque yo tenga un master en ciencias básicas médicas, no soy médico y muchas veces me hice daño con estos ensayos. Y eso sí que estuvo álgido este año 2017 pues al comienzo del mismo tuve una crisis de insomnio. En medio de mi búsqueda del fármaco mágico que me organizara el sueño de un tirón, cometí varios errores y el último error fue en una semana hace como dos meses cuando cambié la Amitriptilina por un antidepresivo con menos efectos adversos en el sistema genitourinario como lo es la trazodona. A la mayoría de pacientes les cae bien este último fármaco, pero al cabo de una semana me produjo ideaciones suicidas para el día en que mi mamá me faltara. Inmediatamente suspendí la trazodona y volví a la Amitriptilina y de un día para otro ya estaba bien. La última voz de alarma fue cuando hace como 1 mes fui a una óptica para que me hicieran gafas nuevas y el examen de la optómetra reveló que en un año mi miopía me ha aumentado 1.5 dioptrías posicionándose en 4.5. Esto también es debido al exceso de fármacos pues los mismos relajan los músculos y esto incluye a aquellos que son importantes en el movimiento y enfoque de los ojos. Entonces me puse las pilas y descubrí el fármaco perfecto para mí. Sin efectos adversos ni dependencia ni nada de estas cosas. Se llama:


Obviamente la higiene del sueño no es un fármaco. Pero su potencia es comprable a la de cualquier fármaco y mi mamá sabía esta solución desde que se manifestó por primera vez mi bipolaridad hace como 30 años. El problema era que esta solución no se pudo implementar antes pues yo tenía que superar, como lo diría Kierkegaard, la fase estética de mi vida, en la cual la farandulitis para hacer levante en rumbas nocturnas e inútiles era muy importante para mí. Como ya me hastié de rumbear y de la vida nocturna, ahora sí se pudo instaurar una higiene del sueño estricta en mi vida. A las 7:00 pm empiezo a desconectarme y a las 8:00 pm ya estoy debajo de las cobijas oyendo música y desconectado del mundo para dormirme tipo 10:00 pm. Son tres horas de preparación para dormirme pero valen la pena pues me estoy despertando espontáneamente tipo 7:00 am muy bien dormido. Ya una muestra de un mes largo de buen sueño, es representativa para asegurar que la higiene del sueño era el fármaco mágico que por tantos años busqué. Ya puedo modificar mi horario para ser productivo todo el día y no sólo el final de la tarde como estaba pasando últimamente. A partir del 2018 me puse la meta de publicar un libro cada año. Ya trabajando todo el día de pronto esto se puede lograr. Vamos a ver cómo me  va.

He de aclarar que no he suspendido mis fármacos básicos de toda la vida pero si los he bajado bastante. Por ejemplo este año, y en medio de la crisis de insomnio que tuve, llegué a consumir 300 miligramos de Levomepromazina (más conocida como sinogán) por noche. Ahora me estoy en 150 mg y la tendencia es a bajarle. Entonces si la higiene del sueño puede hacer todo eso por mí que tengo una condición afectiva bipolar, imagínese lo que puede hacer por usted.

Un amigo me enseñó que mientras uno estuviera andando en la bicicleta todo está bien. Pero si uno para pierde el equilibrio y se cae, y después es difícil incorporarse para seguir el en su camino productivo. Pues eso también lo experimenté este año cuando después de publicar un libro en Amazon me eché al tres y durante el tercer trimestre de este año hice lo mínimo y me dediqué a vegetar. Es una sensación horrible no hacer nada o muy poco. Y es que de acuerdo al antiguo principio griego de dorado punto medio que en otras palabras es decir que todos los extremos son viciados, él no hacer nada es igual que estar súper estresado con miles de compromisos, pues los extremos se juntan. Cada quien debe buscar un grado ocupacional medio, adecuado para cada persona en particular.

El libro que publiqué a mediados de este año en Amazon se llama "Las anécdotas de un cuarentón bipolar en Cali-Colombia" (vistas previas en: Amazon y Libros de Google). Me inventé un personaje que me representa y vive mi vida hasta cierto punto cuando en un momento clave se toma una decisión diferente y el personaje resulta viviendo una vida muy disímil a la cual llevo actualmente en mi vida real. Es un libro divertido pues entre otras cosas hablo de cagadas que hice y me hicieron durante mi adolescencia y juventud temprana. Y la parte ficticia es muy interesante pues se me fue la mano en imaginación.

Pero como lo dije, después del aburridor descanso que me tomé posterior al libro del cual hablé en el párrafo anterior, y gracias al descubrimiento del poder milagroso de la higiene del sueño, ya me volví a montar en mi bicicleta y retome la escritura de otro libro. Se trata del primer libro largo escrito originalmente en español sobre psicología evolucionista pues se trata de un paradigma que apenas está llegando al mundo hispano. No se ha de confundir con psicología evolutiva pues esta última se trata de psicología del desarrollo de un individuo. La psicología evolucionista trata de cómo la selección natural ha forjado el comportamiento de nuestra especie. La psicología evolucionista es la fusión de teoría evolucionista Darwiniana y psicología cognitiva (teoría computacional de la mente) lo cual es una mezcla irresistible para mí. Este libro lo empecé en el 2012 y lo tenía parado mientras escribía el libro nombrado en el párrafo anterior. Entonces ya estoy encarretado con mi libro de psicología evolucionista y espero que las fiestas de fin y comienzo de año no me hagan perder mucho mi ritmo. Especialmente el ritmo de sueño pues sin un ciclo circadiano bien organizado no hay rutinas ni disciplina y por ende no hay éxito, y yo quiero ser un escritor aficionado exitoso y para eso necesito mucha disciplina.

Hablando de fiestas de final y comienzo de año y música, lo que me parece harto de esta época es la música de diciembre. Ese chucuchucu tropical decembrino lo odio. De pronto este 24 y 31 de diciembre me quedo en mi casa solo escribiendo y oyendo la música que yo quiera. Además me hace mucha falta mi papá para estas fechas. Lo otro es que ya me resigné a no tener unas fiestas decembrinas a todo dar en medio de la feria de Cali. En mi libro "Las anécdotas de un cuarentón bipolar en Cali-Colombia" (vistas previas en: Amazon y Libros de Google) el personaje que me representa si pasa unas fiestas de diciembre con la altura que siempre he querido.

La escritura del último libro mencionado, el cuál es una suerte de autobiografía ucrónica (novela alternativa parcialmente ficticia) me sirvió para vivir muchas cosas que en la realidad no pude hacer como hacer doctorado (PhD), encontrar el amor de mi vida en Barcelona y traérmela a vivir a todo dar en Cali, etc. Todo esto está narrado de una forma muy divertida en mi libro "Las anécdotas de un cuarentón bipolar en Cali-Colombia" (vistas previas en: Amazon y Libros de Google).

Pero he de aclarar que me siento más cómodo con la vida que llevo en la vida real que con la de mi personaje, a quién bauticé como Álvaro-Andrés Gutiérrez-Osorio. La razón de este nombre es que mi papá decía que de haber tenido otro hijo varón le hubiese puesto Álvaro-Andrés. El Gutiérrez viene del hecho de que a mi papá le bajaron este apellido porque su abuela lo bautizó como hijo suyo al morir la madre de mi papá por complicaciones del parto. Mi papá cuando estando muy niño, se dio cuenta que no tenía ni padre ni madre, entonces se propuso el formar una familia a todo dar. Esa fue el motor de su vida y lo consiguió. Hablando de historias alternativas, todos los días lo recuerdo y me pregunto cómo sería mi vida si él no hubiese muerto prematuramente como lo exploró en el anteriorartículo de este mi blog, donde conmemoré los 10 años de su muerte. Pero más allá de extrañar a mi papá siento que tengo una vida envidiable. Y esto se debe a que mis padres mi criaron a toda leche entonces nunca sentí la necesidad de tener hijos para darles lo que yo nunca tuve. Y lo otro es que mi bipolaridad hizo que tuviera yo una vida con el menor estrés posible y eso previno el que yo me reproducirá o que me casara prematuramente. Y gracias a esas dos cosas es que puedo tener la vida libre dedicada a leer y escribir como la que tengo ahora. Y máxime ahora que logré cuadrar mi sueño. Si no fuera por mi bipolaridad ahora sería un esclavo del sistema al estar lleno de hijos trabajando en EUA con el estrés por las nubes. O quién sabe, a lo mejor sería feliz como lo aparentemente lo son la mayoría de mis compañeros de estudio que hace años emigraron de Cali hacia el primer mundo.

Si nos suscribimos a la idea de miles de universos paralelos que prevén las teorías cuánticas locas de hoy en día, puede haber universos donde todas las posibilidades de las que he hablado en este artículo sean una realidad. Me encanta jugar con escenarios alternativos, universos paralelos, viajes en el tiempo, y a lo mejor lo haga más adelante cuando empiece a escribir ciencia ficción dentro de varios años. Pero por ahora me dedicaré a hacer monografías largas pues el mercado de las novelas, al menos en Amazon, está muy competido y para ser exitoso en dicha competencia me falta mucho pelo pa' moña. Después del libro de psicología evolucionista pienso escribir un libro donde repaso el fenómeno religioso pues para mí, pues en mi condición de ateo, las religiones son neurosis colectivas muy interesantes. Este libro lo escribiré con mi hermana (Gloria-Elvira Duque-Osorio: sublog ´"the guayaba project" y perfil en Facebook) donde irónicamente propondremos un sistema de creencias en nuestros ancestros que no viole mi ateísmo. Se llamará “Nuestra Atea Religión”. Después escribiré otro libro dónde haré una revisión sobre filosofía helenística. El período helenístico griego va desde la muerte de Alejandro Magno en el 323 AdC y el suicido de Cleopatra VII de Egipto en el año 31 AdeC. La filosofía griega helenística contiene mis corrientes favoritas sobre todo el hedonismo epicúreo, pero también el estoicismo y el cinismo.

En este momento (jueves 12-Dic-2017 3:42 pm) estoy escribiendo acostado en mi mini iPad debajo de las cobijas en medio de una nube que está rodeando la casa de mis tíos Juancho y Laurita quienes siempre me atienden muy bien cuando vengo a su finca llamada el Tabor ubicada a más de 2,000 metros sobre el nivel del mar en Anzoátegui, Tolima, Colombia. Estamos oyendo música sinfónica, clásica y de bandas sonoras, además de nueva era y épica. Es el ambiente placenteramente perfecto para escribir. Estoy muy agradecido con mis tíos.

Definitivamente yo soy hedonista. Lástima que el hedonismo epicúreo sea confundió con tropicalismo. El hedonismo bien entendido y como me lo enseñó mi papá es buscar el placer por medio del orden y la disciplina. Él tropicalismo es todo lo contrario pues gracias a la miopía mental de quienes lo practican, que en nuestros países son la mayoría de individuos, se propende por despilfarrarlo todo en el presente sin el más mínimo orden ni visión de futuro. En el libro que escribiré sobre filosofía griega del periodo helenístico, voy a hacer especial énfasis en distinguir entre hedonismo epicúreo y tropicalismo. Hay que disfrutar el presente pero sin perjudicar los planes a futuro. Lastimosamente la gente más tropicalista, los que de más miopía mental sufren, son las personas de estratos bajos. Se reproducen prematuramente tirándose sus vidas, estudian poco y gastan dinero que no tienen en fiestas gigantescas, especialmente en diciembre, como para demostrar que tienen mucha plata, para empezar el siguiente año debiendo hasta los calzones-cucos suertes amarillos que se ponen como agüero el 31 de diciembre para supuestamente tener un buen año nuevo. Definitivamente en nuestros países hace falta muchísima educación. Si la gente estudiará más nos ahorraríamos muchos de los problemas sociales de los cuales sufren nuestros pueblos. Y el dinero para tener un sistema educativo de lujo podría salir de los billones de pesos que se pierden por corrupción de muchos políticos en nuestro medio. De lo cual se concluye que se necesita unos castigos mucho más fuertes para los infractores de las leyes de todo tipo y a todo nivel. Falta mucho orden y disciplina en nuestros países.


 Y ya para ir terminando y como muy posiblemente gracias al desmadre de diciembre, este será el último artículo de mi blog durante este año 2017, voy a hacer un pequeño balance personal del mismo. Fue un buen año, edite y publiqué mi primer libro largo [“Las anécdotas de un cuarentón bipolar en Cali-Colombia” (vistas previas en: Amazon y Librosde Google)] pero como ya lo dije, perdí mucho tiempo haciendo alquimia en el sentido de tratar de llegar a la fórmula ideal y mágica que me permitiera todos las noches aletear hasta tarde para después quedarme dormido a la hora deseada con solo poner la cabeza en almohada. Eso no es posible y menos en un individuo bipolar como yo. Como resultado de esa ensayadera de fórmulas neuro-farmacológicas fue mucho el tiempo que estuve en cama e improductivo. Pero por estar quieto gaste muy poca plata. Como resultado de esto y gracias a unos movimientos financieros que se hicieron en la casa, pagué todo lo que debía de mi tarjeta de crédito y quedé sin deudas. Además de eso y siguiendo con el tema financiero, mi mamá me cambió de carro como sorpresa de Navidad. Nunca había tenido un carro tan bacano como el que tengo actualmente. Estoy muy agradecido con mis padres por tantas bendiciones. Aprendí que el mejor antidiarreico era el jugo de Guayaba y quiero seguir explorando antimicrobianos naturales para no tener que recurrir a antibióticos para manejar la diarrea que tanto nos da a los ileostomizados como yo. Como ya lo dije, ya aprendí que la mejor forma de organizar mi horario de sueño era la higiene del sueño. Se avanzó mucho en madurez emocional lo cual se puede ver en cosas como el hecho de ser más paciente, tolerante y prudente ante los demás. El próximo año espero seguir con este horario de sueño tan bueno de modo que logre terminar mi libro de psicología evolucionista y a la vez hacer deporte y chicharrones de campo (diligencias) que nunca faltan, especialmente en un individuo como yo que tengo dos condiciones médicas que me hacen estar luchando para que me entreguen mi material de ostomía y fármacos por parte de medimás que es la peor EPS (empresa prestadora de salud) de Colombia.

Gracias por leerme,

PD: Este artículo fue inicialmente escrito el 12-Dic-2017 pero como todo se trastoca en estas épocas navideñas, apenas hoy 31-Dic-2017 logré editarlo y publicarlo.

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