Contrato Filosófico o Deshacerse de los Condicionamientos Sociales
En una entrada que hice este blog el 18-Jun-2012 (ver entrada) celebraba el hecho de haber controlado el brote de matrimonitis del cual sufrí durante el primer semestre de ese año. Lo hice analizándome por medio de la escritura en bitácora personal. Tener una bitácora privada es super-terapéutico pues le permite a uno conocerse mejor, lo cual lo lleva uno a sentirse cada vez más cómodo consigo mismo y esto a su vez lleva a soportar mejor la soledad o incluso a disfrutarla como me pasa actualmente. Desahogarse de forma escrita también ayuda a identificar cosas que a nivel subconsciente que lo estén molestando a uno, y con solo sacarlas a la superficie ya dejan de ser un problema.
En la citada entrada celebraba que por medio autopsicoterapia por medio de la escritura me había dado cuenta que mi obsesión por casarme en ese año era simplemente ganas de reemplazar una figura femenina (mi madre, quien ya no tenía tanto tiempo para mi pues ya tenía pareja aquí en Ibagué) por otra figura femenina que sería mi esposa. Tan solo fue darme cuenta de esto y desde el 2012B para acá me mejorado muchísimo en todos los aspectos. Pero hace como un mes me trague profundamente de una niña por el solo hecho de ser una monita paisa con un cuerpo y cara muy lindos y por ser estudiada (ya está haciendo maestría). Solo con verla dos veces en mi vida, chatear un par de veces con ella por Facebook, ya me pegué tremenda encintada. Me puse a repasar los registros del último año de mi ´bitácora personal y descubrí que casi siempre estaba tragado de alguna mujer. Como todo comportamiento esa traguitis tiene un componente biológico inmodificable y un componente cultural aprendido. En cuanto al componente biológico, además de ser un hombre heterosexual, está el hecho de tener una condición afectiva bipolar muy bien controlada. Esta condición, hace que uno tenga la capacidad de ir de un polo al otro rápidamente, no solo en lo anímico sino en lo afectivo también. Yo no soy el típico man que se queda mirando el jopo de cuanta mujer vea en calle, pero cuando una mujer me gusta, me gusta de verdad y me tragaba muy fácilmente. Afortunadamente las destragadas también son muy rápidas. Pero me puse a mirar que se podía mejorar de la parte aprendida de la traguitis de la cual sufría hasta hace poco. Empecé a preguntarme por qué me estaba tragando tan fácilmente como me pasaba cuando era adolescente. Para resumir el cuento, me di cuenta que aunque la fase aguda de mi matrimonitis ya logré controlar desde mediados del 2012, todavía tenía el condicionamiento social a casarme. Para llegar a esa simple conclusión tuve que escribir un carreto muy largo en mi bitácora personal. El estar condicionado socialmente a casarme explica porque me estaba tragando tan fácilmente. Desde mis 20’s hasta aproximadamente el 2007 tuve varias relaciones estables, en las cuales nunca me tragué realmente. Lo que pasaba fue que hasta ese año, cuando me gradué de mi maestría, estuve estudiando escolarizadamente, lo cual frenaba mis tragas pues yo era muy consciente que hasta que no terminara de estudiar oficialmente no podía tomar a ninguna mujer en serio como para casarme y estas cosas. Pero ya a las alturas del 2012 ya había superado el duelo por la muerte de mi papá en 2007 y la economía familiar ha estado muy saludable. Todo esto disparó el programa que cuando estaba yo estudiando oficialmente estaba reprimido: el condicionamiento a casarme. Y es que es increíble como la sociedad, la familia, etc., lo pueden condicionar implantando programas que se activan cuando llega la edad y condiciones propicias para que los mismos se expresen. Recuerdo muy bien, alrededor del año 1985 que mi papá me decía:
En la citada entrada celebraba que por medio autopsicoterapia por medio de la escritura me había dado cuenta que mi obsesión por casarme en ese año era simplemente ganas de reemplazar una figura femenina (mi madre, quien ya no tenía tanto tiempo para mi pues ya tenía pareja aquí en Ibagué) por otra figura femenina que sería mi esposa. Tan solo fue darme cuenta de esto y desde el 2012B para acá me mejorado muchísimo en todos los aspectos. Pero hace como un mes me trague profundamente de una niña por el solo hecho de ser una monita paisa con un cuerpo y cara muy lindos y por ser estudiada (ya está haciendo maestría). Solo con verla dos veces en mi vida, chatear un par de veces con ella por Facebook, ya me pegué tremenda encintada. Me puse a repasar los registros del último año de mi ´bitácora personal y descubrí que casi siempre estaba tragado de alguna mujer. Como todo comportamiento esa traguitis tiene un componente biológico inmodificable y un componente cultural aprendido. En cuanto al componente biológico, además de ser un hombre heterosexual, está el hecho de tener una condición afectiva bipolar muy bien controlada. Esta condición, hace que uno tenga la capacidad de ir de un polo al otro rápidamente, no solo en lo anímico sino en lo afectivo también. Yo no soy el típico man que se queda mirando el jopo de cuanta mujer vea en calle, pero cuando una mujer me gusta, me gusta de verdad y me tragaba muy fácilmente. Afortunadamente las destragadas también son muy rápidas. Pero me puse a mirar que se podía mejorar de la parte aprendida de la traguitis de la cual sufría hasta hace poco. Empecé a preguntarme por qué me estaba tragando tan fácilmente como me pasaba cuando era adolescente. Para resumir el cuento, me di cuenta que aunque la fase aguda de mi matrimonitis ya logré controlar desde mediados del 2012, todavía tenía el condicionamiento social a casarme. Para llegar a esa simple conclusión tuve que escribir un carreto muy largo en mi bitácora personal. El estar condicionado socialmente a casarme explica porque me estaba tragando tan fácilmente. Desde mis 20’s hasta aproximadamente el 2007 tuve varias relaciones estables, en las cuales nunca me tragué realmente. Lo que pasaba fue que hasta ese año, cuando me gradué de mi maestría, estuve estudiando escolarizadamente, lo cual frenaba mis tragas pues yo era muy consciente que hasta que no terminara de estudiar oficialmente no podía tomar a ninguna mujer en serio como para casarme y estas cosas. Pero ya a las alturas del 2012 ya había superado el duelo por la muerte de mi papá en 2007 y la economía familiar ha estado muy saludable. Todo esto disparó el programa que cuando estaba yo estudiando oficialmente estaba reprimido: el condicionamiento a casarme. Y es que es increíble como la sociedad, la familia, etc., lo pueden condicionar implantando programas que se activan cuando llega la edad y condiciones propicias para que los mismos se expresen. Recuerdo muy bien, alrededor del año 1985 que mi papá me decía:
- Faltan 15 años para que llegue el año 2000, a esas alturas ya habrás hecho maestría y doctorado, ya te habrás casado y tendré nietos.
Solo recuerdo esa escena, pero quien sabe cuantas otras sesiones de programación habré sido sometido. Y es que aún sin que lo programen a uno de una forma explícita, con solo ver el ejemplo del matrimonio tan lindo que tuvieron mi papá y mi mamá, ya queda uno condicionado. Eso sin contar que uno crece en una sociedad donde el 99% de las personas hacer lo mismo en ciclos interminables: estudiar lo mínimo necesario para ganar la mínima plata necesaria para poderse casar y reproducir, con la esperanza de seres sobrenaturales que evidentemente no existen, los van a ayudar con todo este esfuerzo. En un país como Colombia la gran mayoría de la gente hace lo mismo, sin pensarlo. El contrato social, no es impuesto al momento de nacer y por medio del mismo renunciamos a cosas como tomar la justicia en manso propias, para que en lugar de ello el estado lo haga, lo cual nos convierte en ciudadanos con deberes y derechos. Eso está muy bien. Pero parecido al contrato social, en países como el nuestro, la gran mayoría de la gente se somete a una especia de contrato filosófico tácito, por medio del cual renuncian al derecho y responsabilidad de pensar por si mismos, y le dejan esa labor a la sociedad con instituciones como la religión, lo cual resulta que todo el mundo haga lo mismo sin pensarlo. Esto me parece triste, especialmente en las personas mas humildes que desgraciadamente son las que más se reproducen, lo cual hace que el hecho de superar la pobreza sea más difícil.
Teniendo en cuenta la programación de la cual fui sujeto, el 11-Jul-2004, cuando cumplí mis 30 años, en Dover, New Jersey, lloré como una magdalena pues ni siquiera había terminado mi maestría. Esta situación se veía agravada por el hecho que durante los años 2003 y 2004 estaba yo pasando por una crisis existencial asquerosa, después de en el 2002 se me perforara mi colon y me diera peritonitis y todo el cuento que por poco me mata. Después de enfrentar la muerte durante el 2002, me empecé a preguntar cual era el sentido de la vida y por qué no me había muerto de una vez si igual algún día me a morir, y este tipo de preguntas me tenían realmente confundido. Una de las respuestas que se me ocurrieron fue que de pronto el sentido de la vida residía en el hecho de hacer lo que todo el mundo hace. Es así como me conseguí un trabajo aburrido (profesor de anatomía en la Universidad Libre de Cali), matriculé como 5 materias en la maestría y me cuadré con una compañera del posgrado que estaba realmente desesperada por casarse. Ese 2003, ha sido el año que he tomado la vida mas en serio durante toda mi vida. El 2003 me quedó sabiendo a mierda. Mi novia del posgrado se puso muy dominante e intensa con el tema del matrimonio. Hacia el segundo semestre de ese año una alumnita muy linda me empezó a coquetear. Había otra alumnita, muy linda también, que era metalerita. Yo fui programado, por mi papá también, para ser salsero, pero en los 1980s y 1990s los amigos del colegio y el barrio oían rock. Y me quedó gustando la melodía de una canción que se llama “The Unforgiven” de Metallica. La alumnita metalerita me copio el album completo (The Black Album) al cual pertenece “The unforgiven”. Me puse analizar la letra de esa canción, y básicamente habla de un hombre que desde niño es sometido a las reglas y preceptos de la sociedad. Dedica toda su vida a darle gusto a la misma y nunca es libre, nunca se da gusto a sí mismo, por lo cual termina siendo un viejito amargado que se prepara para morir arrepentido de no haber sido libre. Al analizar esta letra me di cuenta que estaba haciendo lo incorrecto al someterme a una vida tan seria como hacer maestría y trabajar a la vez, y encima de todo estar emparejado con una mujer que, además de ser dominante, repito, estaba muy intensa con el tema del matrimonio. Yo en plena crisis existencial y me decía cosas como:
- No quiero que nuestro noviazgo dure mas de tres años!!
Yo le respondí jocosamente:
- Fresca que en tres años ya habremos terminado.
- Me refiero a que en menos de tres años tenemos que estar casados.
Se le salían muchos comentarios de ese tipo. Pero el campeón fue el siguiente:
- En mi casa estamos muy preocupados por tu salud.
Yo respondí:
- Huy muchas gracias por tu preocupación, pero aunque estoy flaco ya estoy en franca recuperación. Lo peor ya pasó.
- No!!!, lo que nos preocupa es como vas a hacer vos para mantener un hogar con tantos problemas de salud.
- Mantener un hogar? Y yo por qué tengo que mantener un hogar?
- Pues cuando nos casemos y tengamos hijos.
Esa conversación me dejó traumatizado como por una semana, pues ya casi con 30 años, era la primera vez que se me pasaba por la mente que algún día tendría que sobrevivir sin la ayuda de mis padres. El tal es que con tanta intensidad de mi novia, el análisis de la canción “The Unforgiven” y el coqueteo de varias alumnitas (interesado por notas, obviamente) me hicieron empezar a reaccionar y a tener el deseo de liberarme. Es así que como hacia noviembre de 2003, mi novia seria llamó a regañarme no me acuerdo por que y aproveché para terminarle. Al final del semestre empecé a andar con la alumnita y empecé a supera el primer condicionamiento social importante: el de tener hijos. Como biólogo evolucionista me hice consciente que no era responsable el ponerme regar genes para pie plano, daltonismo, colon super-irritable, miopía, bipolaridad, etc. Además ya me iba quedando claro que no iba a poder trabajar arduamente como la gente “normal”, por lo cual lo mejor era no tener hijos. Después de un 2003 tan serio, creo que el 2004 me lo tomé libre, y en el 2005 ya estaba estable, empezando mi tesis de maestría y comenzando el noviazgo mas bacano de mi vida, al principio del cual dejé absolutamente que quería una relación estable y exclusiva, pero sin proyecciones de matrimonio ni mucho menos reproducción.
En el 2007 me gradué me mi maestría un mes antes de que mi papá muriera por culpa de un cáncer hepático metastásico (por lo cual no se podía hacer trasplante). Mi papá no tomaba, ni fumaba, hacía deporte y en general era obsesivamente juicioso. En años recientes un colega suyo había muerto de cáncer, y eso lo llevo a volverse obsesivo por su salud. Muy probablemente esta obsesión y la pasión exagerada con la cual tomaba su trabajo, hicieron que desarrollara el cáncer por culpa del cual murió el 26-Nov-2007. El duelo por la muerte de mi papa hizo que me empezara a ofender cuando la gente me decía que no trabajaba, que era un parásito de mis padres y estas cosas. Y ahí estaba el segundo condicionamiento social importante a superar: el condicionamiento social a trabajar todos los días siguiendo el indicador hora-culo-silla en alguna empresa. Al contrario de lo que piensa mucha gente, yo he trabajado bastante, como se puede verificar en los soportes vinculados a mi ridiculum vitae el cual hace parte de este sitio web. Me tomó algunos años superar ese condicionamiento el cual quedaba patente cuando alguien envidiosamente me molestaba por buena vida. Yo me metía en estériles discusiones en las cuales le trataba de explicar a personas ajenas de los círculos culturales y académicos de Cali, el hecho de que el trabajo artístico y/o intelectual no se podía medir en plata producida por unidad de tiempo. El tal es que hacia el año 2010 ya había superado ese condicionamiento social a trabajar convencionalmente y me empezó a resbalar el hecho de que me llamesen buena vida, mamito, parásito y este tipo de cosas. De hecho cuando me deje de molestar por ese tipo de comentarios los envidiosos dejaron de molestarme.
La mayoría de mis compañeros del pregrado manejamos el mismo cuento. Somos biólogos evolucionistas y por lo tanto ateos, no queremos complicarnos la vida reproduciéndonos y de paso ayudar a sobre poblar el planeta de la plaga humana, pero si nos gustaría envejecer con una buena pareja. Hacia el 2009 llamé a uno de mis mejore amigos del pregrado, con el cual nos identificamos en muchas cosas. Me contestó su mamá y ante de pasarme Gio me dijo:
- Usted es como hijo, no quieren tener hijos, no cierto?
- Si señora eso es cierto, no nos queremos reproducir.
- Pero les gusta tener parejas estables y duraderas.
- Si señora, por lo menos, yo cuando tengo una buena compañera sexual estable me da física pereza ponerme a buscar más mujeres.
- Pero entonces ¿como hacen ustedes para tener novia?
- Pues uno empieza a salir con una pelada y si hay gusto mutuo pues uno se cuadra y ya.
- Ah ok. Pero ustedes le dicen a la pelada que no quieren tener hijos desde el principio o después de que le hayan hecho perder varios años. Porque si le dicen desde el principio la espantan, y si lo dejan para el final le hacen perder varios años a la susodicha, lo cual en tiempo femenino es mucho.
- La verdad nunca había pensado en eso.
- Pues piénsenlo bien, porque al final tienen dos opciones: o forman una familia y envejecen acompañados o serán unos solterones solitarios. Ahí le paso a mi hijo.
Era la primera vez que yo pensaba en el hecho de que el no tener hijos y envejecer con una buena mujer de pronto no era posible.
En el 2010 nos trasladamos a Ibagué, lo cual resultó ser la mejor decisión, pues entre muchas otras cosas, aquí si tenemos familia y eso nos ayudó a superar el duelo por muerte mi papá. Entonces ya estaba claro que no me iba a reproducir y que no iba a tener un trabajo convencionalmente, pero aún así, quería casarme. Yo tengo un fetiche por la monitas de ascendencia paisa, y hacia el 2012A, durante el citado brote de matrimonitis, llegué a considerar la posibilidad de conseguirme una paisita humilde pero bien linda (como lo fue mi primera novia durante el pregrado), para traérmela a vivir acá a nuestro apto. Y mi mamá es tan bacana y alcahueta que me secundaba en este loco proyecto; dentro del cual alcancé a ir dos pueblos de ascendencia paisa (Manzanares-Caldas y Anzoategui-Tolima) solo para comprobar en condiciones de campo lo que ya sabía téóricamente: las niñas que de verdad valen la pena, se van a la capital del departamento o de la república a estudiar, y en esos pueblos solo queda el ripio que se dejó preñar prematuramente. Afortunadamente, y como lo narré, después de un simple auto-psicoanalisis (ver entrada) aparentemente dejé la pendejada. Pero, como también lo narré ya, me di cuenta que aunque no estaba tan intenso con el tema del matrimonio, seguía tragándome con relativa facilidad. Pues después de escribir durante toda una tarde me di cuenta que el condicionamiento aprendido me estaba perjudicando. Me hice consciente de muchas cosas. Entre otras que una mujer que de verdad valga la pena, muy posiblemente querrá hijos y definitivamente no va a vivir con la suegra, por mas bacana que sea mi mamá. Esas condiciones se las aguanta una mujer que tenga serios problemas económicos, por o cual tendría un nivel socioeconómico y cultural bajo, lo cual muy posiblemente evitaría que la llegara a quererla realmente. Me concienticé que no puedo tener una vida relajada como la tengo actualmente y a la vez estar casado, pues el que se casa quiere casa. En la Grecia antigua decían que las mujeres eran malas porque ponían a los hombres a trabajar arduamente. Yo no iría tan lejos, y menos ahora que cada vez las mujeres se liberan más y ayudan a la manutención de un hogar. Eso me parece muy bien, pues la liberación femenina nos hace mas fácil la vida a los hombres. Pero de todos modos es increíble: o se pone uno a trabajar de sol a sol para poder formar una familia, o vive relajado pero solitario. Pero parece que no se puede tener pareja de por vida sin reproducirse y sin trabajar como un burro. Yo desde chiquito di muestras de ser un buena vida, y obviamente escojo el convertirme en un solterón. Sobretodo esto escribí extensamente en mi bitácora personal hace unos 10 días. Pero lo más importante que aprendí es que ese cuentico de quererme casar (sin irme del hotel mama y sin reproducirme), era lo que hacía que me estuviese tragando tan fácil. Conocía una niña que me gustara y con solo que dijera que no quiere hijos (alrededor de los 20 todas dicen lo mismo) y me tragaba automáticamente. Ese auto-psicoanálisis lo hice el miércoles antepasado. Ese día estaba literalmente exhausto por el hecho de estar pensando intensamente en una mujer durante una semana. Mujer que nunca me iba a corresponder, pues tiene un noviazgo serio. Me dormí, y al otro día, huala!!!, amanecí libre de traga y mejor aún, libre de tabaquismo. En una sola noche pasé de fumarme unos 10 cigarrillos al día a cero desde ese jueves. Ya llevo más de una semana sin fumar, y no me han dado las más mínimas ganas (ya el tabaco me de asco) incluso cuando estoy en compañía de fumadores. Eso demuestra que el psicoanálisis sí funciona, pero como dice Steven Pinker, autor clave dentro de la psicología evolucionista (sobre la cual estoy escribiendo un libro), quitándole los mitos griegos e ideas absurdas en el sentido de que los hijos quieren tener sexo con sus madres (complejo de Edipo) y que a las hijas les pasa lo mismo con sus padres (complejo de electra). Y es que el mismo Freud decía que lo interpretaran como un médico poeta. Al final el cuento del psicoanálisis es muy sencillo. Simplemente se trata de explorarse y sacar del subconsciente cosas que le estén molestando a uno. Con solo hacer eso el problema desaparece. El condicionamiento a casarme, el cuento absurdo cuento de que quería casarme pero sin reproducirme ni irme de mi hotel mama, me tenía realmente jodido y yo no era consciente de aquello.
He estado pensando en estos días de como me tenía jodido ese complejo. Para empezar no me permitía dejar el cigarrillo definitivamente. Además no permitía salir a divertirme desprevenidamente, pues siempre estaba subyacente el deseo de salir para conocer la mujer 10. Otra cosa que aprendí es que no le daba valor a la amistad. Para mi un amigo era como un peldaño que me permitía conocer mas gente, especialmente mujeres. Prácticamente, y con la excepción de antiguas amigas del colegio y el pregrado, el estar subconscientemente buscando la mujer de mi vida no me dejaba tener nuevas amigas, pues cuanta pelada me presentaran rápidamente la clasificaba, de acuerdo a sus atributos físicos, en pretendida o descartable. No había lugar para una amistad. Ahora entiendo por qué Liliana Salazar, mi profesora de histología durante la maestría, me decía hace 10 años “tenga amigas y relájese”. Las amistades femeninas son muy importantes, empezando por el hecho de que por venir equipadas con instinto maternal, tienen muy buena empatía lo que hace que la mayoría de mujeres sean buenas escuchas y buenas conversadoras en general. Con otro hombre es difícil hablar de cosas profundas y sensibles, pues, comparados con las mujeres, somos unos autistas egocéntricos interesados únicamente en nuestro propio discurso, sin darle importancia al discurso del otro conversador. Pero el estado castrado mentalmente para hacer nuevas amistades femeninas tenía otras consecuencias negativas. Yo soy un pretendiente perverso. Como biólogo interesado en el comportamiento humano desde el pregrado se que se mueve tras bambalinas durante el cortejo. En teoría, pero en la práctica nunca he conquistado a una mujer. Las pocas novias me han coqueteado a mi. Y porque lo han hecho? porque parece la espontaneidad motivada por emociones un poco exageradas y rápidamente cambiantes de un individuo bipolar como yo, son un buen sex-appeal. De eso también me di cuenta esta semana. Durante mis 20s y 30s logré tener algunas novias, aún siendo un perverso pretendiente, por mi espontaneidad y autenticidad. Y por qué durante esos años yo mostraba tal espontaneidad, porque no veía a ninguna mujer como posible esposa, pues el programa (o mejor virus informático) de casarme lo tenía pospuesto para cuando terminara de estudiar oficialmente y tuviese suficiente dinero. Esa despreocupación a la hora de empezar a interactuar con una mujer, me permitía comportarme de una forma muy auténtica. Y yo creo, que además de los punto extras en en coeficiente intelectual con los cuales venimos equipados los bipolares, mi segundo sex-appeal es la espontaneidad y autenticidad. Y todo esto es algo que había perdido durante los últimos años. El estar buscando la mujer de mi vida, automáticamente me convertía en pretendiente cuando me presentaban una mujer que realmente me gustara. Y eso tenía dos consecuencias negativas: además de históricamente ser un pretendiente perverso, me estaba saltando un paso indispensable del cortejo: la amistad. Pero peor aún, el ponerme armar el teatro del cortejo me convertía en un actor, lo cual opacaba uno de mis principales atributos, y repito: la autenticidad y espontaneidad.
Y todo esto tiene muchas más causas, consecuencias y relaciones con otras cosas de mi vida sobre las cuales no me quiero extender más aquí. El tal es que a juzgar por la rapidez con la cual me deshice de mi última traga y el hecho de cogerle asco al tabaco de un día para otro, podrían ser indicadores de que ya superé el condicionamiento a casarme. Ya desmonté el cuento de que me voy a casar pero sin reproducirme y sin irme del hotel mama. Ya es claro que voy a ser un solterón, lo cual ya no me aterra pues de unos meses para acá estoy disfrutando de mis ratos de soledad, lo cual me permite reflexionar y escribir como lo estoy haciendo en este momento. Es que el hecho de haber enfrentado la muerte en el 2002, la subsiguiente crisis existencial y después el duelo por la muerte de mi papá en el 2007, han hecho que le pierda el miedo a la muerte. Y es este miedo, la raíz de todos los demás miedos, como dice Eckhart Tolle en su libro “El poder el Ahora”. A la muerte no hay por qué tenerle miedo, pues como dijo Epicuro: cuando uno es, la muerte no es, y cuando la muerte es, uno no es. Ya superado el miedo a la muerte se superan fácilmente otro miedos como aquel de la soledad. Al miedo a la soledad ya le venía trabajando varios años. Según Tolle, el miedo a la soledad viene del hecho de que las personas no se conocen a si mismos, de modo que cuando una persona se queda sola se ve enfrentada a si mismo, a ese mismo que esta lleno de zonas oscuras que la misma persona no conoce, por lo cual estar en compañía de solo uno mismo es como estar en compañía de un extraño, y eso hace que la gente corra desesperada a buscar compañía. Bueno eso, además del hecho de que como primates somos animales sociales. El tal es que cuando uno se empieza a conoce a si mismo, empieza a iluminar con la luz de la consciencia esas zonas oscuras, Y conforme uno avanza en ese proceso, cada vez se va sintiendo uno mas a gusto consigo mismo, hasta llegar al grado de disfrutar de la soledad. Y eso es muy importante pues el único responsable de la felicidad de uno, es uno mismo. Esa responsabilidad no se puede delegar en una pareja o cualquier otra persona. Esto se puede relacionar con la lógica del terrorista de Estanislao Zuleta. Sin hacer apología al terrorismo, la idea es que uno debe aspirar a lo mejor y estar listo para lo peor, como el típico terrorista extremista islámico que aspira a que se cumplan sus demandas, pero a la vez esta listo para morir. Así debería actuar uno. Aspirar a lo mejor, que en el caso de este escrito podría ser el contar con buena compañía, pero a la vez estar listo para quedarse solo, pues, y repito, el único responsable de la felicidad de uno mismo, es uno mismo. Afortunadamente por el lado de la soledad estoy bien, pues llevo como 10 años analizándome a mi mismo y cada vez me siento mas a gusto conmigo mismo. Y curiosa e irónicamente, entre más disfruto de la soledad, mas gente bacana voy conociendo, y mas popular se va uno volviendo, sobretodo en una ciudad pequeña como Ibagué, en la cual todo el mundo resulta ser conocido de todo el mundo.
Al final lo que quiero decir es que uno se debe tomar el trabajo de superara la mayor cantidad de complejos, condicionamientos y miedos posibles, a modo de llegar a pensar de la forma más libre posible. Si usted quiere creer en algo sobrenatural como dios, hágalo porque de verdad le nace y no porque la mayoría lo hace. Lo mismo aplica para cosas como casarse y reproducirse. Lo de trabajar si es más difícil pues la mayoría de gente le toca trabajar. Pero trate de estudiar y trabajar en algo que le guste. Y no trabaje por el simple hecho de tener plata para formar una familia por el miedo a la soledad. Ahora entiendo cuando Rubén Blades dice en su canción “Ojos de Perro Azul” expresiones como “pueblos corriendo en continuas retiradas”, “del encuentro con la verdad nadie se escapa”, “gente con miedo a vivir y a la vez asustados de la muerte” o “no le tengas miedo al miedo que asustado vivir no vale nada”, pues y repito, en algún momento usted se tendrá que confrontar consigo mismo y superar sus miedos, y el posponer esta confrontación, huirle o formar una familia no serán suficientes para superar los nombrados miedos. Si usted va a formar una familia piénselo bien y hágalo porque de verdad le nace y no como un medio para escapar de cosas como la soledad o porque todo el mundo lo hace.
Gracias por leer un escrito tan personal.
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